lunes, 25 de abril de 2016

Galaxidi - Itea

Jueves 7 de Abril, a media mañana después de repostar agua, soltamos amarras y recogimos el ancla bajo la atenta mirada de un velero recién llegado, pues en esta maniobra siempre cabe la posibilidad que las anclas estén muy juntas y al subir la tuya recojas también la de tu vecino, pero este no fue el caso, habían respetado correctamente nuestra linea.
Pusimos rumbo a Itea a otra marina abandonada, pues queríamos visitar las ruinas del Templo de Apolo que se encuentra en Delfos, o Delfis como dicen aquí.
Hay gente que las visita desde Galaxidi, pero tienes que ir en taxi que te espera 2 horas, y desde Itea tienes un autobús con lo cual tienes mas tiempo para la visita y es muchísimo mas barato, (60€ en taxi contra 4€ ida y vuelta en autobús).
Itea es un pueblo sin demasiado atractivo, pero su cercanía a Delfos atrae a muchos veleros, ya que en su marina te puedes abarloar y dejar todo el día el barco solo sin peligro debido a su protección.
Ya una vez amarrados bajamos a inspeccionar Itea y  localizar la estación de autobuses y sus horarios. 
Aprovechamos también para ir a uno de sus supermercados y tomar un souvlaki en una de las tavernas del paseo marítimo.
Al día siguiente a las 10:45 h cogimos un autobús rumbo a Delfos, tras un poco mas de 30 minutos de trayecto llegamos.
Delfos es un lugar que todo el mundo que pase por aquí debería visitar.
Visitamos las ruinas exteriores y el museo y quedamos gratamente satisfechos.
De vez en cuando va bien culturizarse.
La ubicación de estas ruinas se encuentran en un paraje espectacular, normal que Apolo escogiera este lugar.
Sobre las 16:00 h regresamos a Ahijuna, ya que el grumetillo Rumbo se había quedado vigilando el barco, ya que no esta permitida la entrada de perros en las ruinas. Aunque como no iba a ser menos hasta aquí había perros vagabundos, los cuales abundan en toda Grecia.
Estuvimos varios días en Itea esperando a que los vientos se posicionaran para poder navegar a nuestro próximo destino.

Amarrados en Itea

Vistas de la marina






Disfrutando del souvlaki

Itea desde Delfos

Ubicacion del Templo de Apolo

El ombligo del mundo

Iglesia 

Tesoro de los Atenienses

Columna Jónica

"Piruli"  Tripode de Plataea, con el Templo de Apolo al fondo

Templo de Apolo

Teatro

Estadio

Nosotros y el Templo de Apolo

Paradita para comer

Santuario de Athena Pronaia


Ruinas del Templo de Apolo al fondo

El primer Tente de la historia

Algunas fotos del museo





Muy chulo el Templo

Callejeando por Itea






Ya huele a vientos del Oeste




lunes, 18 de abril de 2016

Trizonia - Anemokambi - Galaxidi

Lunes 4 de Abril, disfrutados cuatro días en Trizonia y en vista que se avecinaba buen tiempo, decidimos poner rumbo Este en busca de un buen fondeadero pues ya lo echábamos de menos. Lo encontramos cerca de Galaxidi, a 20 millas de Trizonia. Era Anemokambi, una amplia bahía que daba prácticamente resguardo a todos los vientos, aunque parecía un lago.
Eramos los únicos fondeados, toda la bahía para nosotros solos. Fue un día muy placentero, a excepción de una jauría de perros que en el paseo de la tarde intentaron atacar a Rumbo, pero al final solo quedo en el susto.
Al día siguiente sin demasiada prisa levantamos el fondeo y pusimos rumbo a Galaxidi a escasas millas de nuestra posición.
Galaxidi es un pueblo marinero con una marcada historia náutica ya que durante los siglos XVII y XVIII fue un rico centro naval.
Es un pequeño puerto natural muy protegido, así que Tristán en el ancla y Moni a los mandos empezamos la maniobra para hacernos firmes al muelle del pueblo.
Una vez confirmado que el ancla había enganchado bien y Ahijuna no corría ningún riesgo desembarcamos para dar un paseo y hablar con los barcos vecinos y confirmar que en esta época del año no cobran nada por amarrar, ya que el muelle dispone de luz y agua. Nos dijeron que suele ser en verano cuando tienen una pequeña cuota de unos 5€ al día, así como para los barcos que pasan aquí el invierno.
Verdaderamente es un atractivo lugar tanto sus callejuelas como la zona opuesta al puerto, con caminos por sus bosques a un lado y al otro mini calitas que nos permitían refrescarnos, pues aquí la temperatura ya roza los 30º durante el día.
El muelle esta todo rodeado de tavernas y hay un mini market.
Nosotros hemos podido disfrutar de Galaxidi sin la aglomeración que nos imaginamos debe tener durante los meses de verano.

Rumbo Anemokambi

Montañas nevadas al fondo

Una de las piscifactorías en nuestro camino

Por fin fondeados

Otra vista del fondeo

El chinchorro en la playa

Vistas de la bahía

Jauría de perros

Rumbo a Galaxidi

Uno de los islotes antes de Galaxidi

Otro islote con su iglesia

Entrando en Galaxidi

Amarrados en Galaxidi

Vista del puerto

Contemplando el puerto

Barquitas de pescadores

De paseo por el puerto

Pescadores

Callejeando